Primero fué Nueva York, luego Madrid, más tarde Londres y ahora le toca el turno a Moscú. No debemos olvidar otros como Beslam, Bombay, Bangladesh, muchas ciudades españolas y algunos que por desinterés o torpeza ya casi ni recordamos...
Una vez más, mientras te sientas tranquilamente a ver las noticias, el azote del terrorismo (da igual su origen) nos vuelve a golpear duro, porque, aunque las víctimas se encuentren a miles de kilómetros, sus caras sean desconocidas y tengan nombres ajenos a nosotros, son una parte más de nuestra sociedad, de este mundo que entre todos hemos creado y que lleva un rumbo indeterminado.
La célebre frase de Thomas Hobbes en su obra "Leviatan" y basada en un antiguo pasaje dramático griego vuelve a adquirir todo su significado, "el hombre es un lobo para el hombre". El propio hombre lleva camino se destruirse a sí mismo, de canibalizarse. Intereses, guerra, conflicto, hostilidad, lucha, pugna son palabras que no deberían de haberse inventado, pero aquí las tenemos y hemos de convivir con ellas...aunque nos pese.
Ojalá algún día se acaben todos esos actos atroces y sólo tengamos que preocuparnos de recordar y honrar a las víctimas del terrorismo, tengan el nombre que tengan.
Nos volvemos a quedar sin palabras y todo pierde sentido.
Desde mi rinconcito del mundo, un cálido homenaje a las 39 víctimas de Moscú.
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