En mi búsqueda de nuevas sensaciones, nuevas emociones y nuevas pasiones, hace unos años me acerqué tímidamente al flamenco. De la mano de la copla comencé a coquetear con este arte tan ajeno como desconocido para mí. Nuestras primeras citas fueron ásperas y la verdad que no nos entendimos muy bien así que seguí con mi conocida y querida copla...con la que tenía y aún mantengo un interminable idilio.
El tiempo pasó y con él llegaron sorpresas muy gratas, hace un año ahora, esa morenaza de pelo rizado, ojos negros y mirada furtiva...llamada flamenco volvió a mi encuentro...esta vez no tan arrebatadora pero sí irresistible...y claro, caí rendido a sus encantos.
Voces rotas, quejíos, letras desgarradoras y mucha pasión fueron los ingredientes que se mezclaron para conquistarme...esta vez sí, no pude evitarlo.
Dejaos seducir por este arte, que la UNESCO ha declarado hoy Patrimonio Inmaterial de la Humanidad...ole, ole y ole.
Yo, sorbito a sorbito, seguiré disfrutando del flamenco.

¿Te unes a mi? Ven...te acompaño.